El Partido Comunista chino (...) jamás se contentó con encarcelar las mentes; desde 1949 también apremió los cuerpos. Bajo la revolución, la carne estaba triste; el erotismo público y privado, prohibido. (...) los regímenes totalitarios jamás aceptaron el placer no político, era una competencia.
Cameron Diaz, en su visita a Macchu Picchu en 2007. "Serve the people", una consigna maoísta. Shining Path anyone?
(...) en el ejército los conscriptos deben ser absolutamente castos. (...) La única excepción a este puritanismo fue Mao Zedong: gracias a las memorias de su médico particular se sabe que consumía un gran número de jovencitas vírgenes.
(...) Desde hace diez años (la homosexualidad), ya no es más considerada un delito ni una enfermedad psiquiátrica, pero sigue siendo, más allá de Pekín y Shangai, mal aceptada.
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