En San Miguel de Tucumán el precio de los taxis está fijado por la Comisión de Transportes del Consejo Deliberante. Recientemente hubo intentos para llevar la bajada de bandera a $2,50 y la ficha a $0,18.
Este desdoblamiento de la tarifa es perjudicial a la hora de negociar aumentos porque los taxistas siempre se ven obligados a pelear en dos frentes. Sería más conveniente para ellos eliminar la bajada de bandera y cobrar la ficha únicamente. Pero este sistema no es un first best porque, a menos que el valor de la ficha sea lo suficientemente alto, los incentivos para los viajes cortos desaparecen. Cuando uno toma un taxi por unas pocas cuadras, la bajada de bandera es la fracción dominante del precio final.
¿Cuál es la solución entonces? No debería haber ni bajada de bandera ni ficha, i.e. no debería haber taxímetros. Cada pasajero tendría que negociar con el conductor el precio final al momento de iniciar el viaje.
No faltará el que diga que los taxistas se van a a avivar y empezarán a cobrar precios astronómicos. Sin embargo no sucederá así: en la calle hay miles y miles de taxis. Un acuerdo entre ellos, aunque posible, no se mantendría en el tiempo porque existen incentivos a la traición. Para la mayoría de las personas los taxis son un bien de lujo que tienen un competidor con precios rígidos: los ómnibus urbanos. En el momento que los consumidores consideren que los taxis se volvieron muy caros, volcarán su demanda a los ómnibus.
En una economía capitalista, los precios cumplen la función de informarnos únicamente sobre la escasez o abundancia relativa de un bien o servicio. La razón de fondo no interesa, sólo importa si los precios subieron o bajaron. En un día de lluvia, aumenta la demanda de taxis pero a su vez disminuye la oferta porque conducir con lluvia es más riesgoso. Estos dos efectos presionan a una suba del precio que en la realidad no se da. Si el precio pudiera ser acordado libremente, podríamos lograr que la demanda y la oferta se corten como dos hojas de una tijera y determinen simultáneamente el equilibrio. Los consumidores tendrían taxis en días de lluvia, eso sí, más caros, pero seamos realistas, un viaje en taxi en un día de lluvia es mucho más valioso que en un día de sol cuando nos podemos tomar el ómnibus.
MR H ... Interesante tu post y punto de vista. Creo que el problema no pasa por la bajada de bandera o el costo de la ficha en si, pasa por una actitud o manera de trabajar de los mismos taxistas.
ResponderEliminarEs complicado en Argentina porque hay muchos factores que influyen en este tema. La inseguridad a los taxistas de noche, la cantidad de taxis truchos en la calle, las mafias organizadas ya conocidas, los mismos taxis que para abaratar costos tienen seguros casi inexistentes, he aqui el porque de no querer salir cuando llueve ... etc, etc, etc.
Bien sabes donde vivo y aca para tener una licencia de taxi hay que pasar examenes y esto dura minimo dos anos (lease anios). Cuando te subis a un taxi, no dudas que te llevaran por el camino mas acertado, cosa que no ocurre en Tucuman. En una ciudad donde llueve casi la mitad del ano, nunca hay problemas por encontrar un taxi dispuesto a llevarte donde lo necesites.
En un mundo ideal, es cierto, deberiamos acordar de antemano el lugar a donde ir y el costo. Eso ahorraria muchos problemas y fue la base de la creacion de los remises.
En la vida real, tenemos que empezar por cambiar otros problemas de raiz que ayudaran a que nuestro servicio de transporte publico sea tan o mas efectivo que los de otros paises.
Aplaudo tu idea y ojala muchos mas pensaran en maneras de mejorar las cosas !
Saludos,
P.
Gracias Pablo!
ResponderEliminarEn algún lado leí que para sacar la licencia de taxista en Londres hay que memorizarse todas las calles. Esto implica un esfuerzo descomunal para el cerebro. Científicos demostraron que éste sufre cambios físicos.
Y tenés razón en cuanto a que la mayoría de los problemas en Argentina son el resultado de un círculo vicioso.
La memorizacion de las calles es solamente de Central London. Es imposible memorizar cada calle de una ciudad como esta. Si deben saber ellos como llegar cerca del destino al que uno necesita ir y luego, siempre piden referencias al aproximarse al lugar.
ResponderEliminarTambien han sido aprobados en los ultimos dos anios los GPS, que les dan la ubicacion exacta de donde tiene que ir.
Aca no todo es color de rosa tambien. Existen mini-cabs (remises) que no son legales y siempre hay propagandas pidiendole especialmente a las mujeres que no tomen mini-cabs que no han pedido por telefono porque en varios casos, han terminado en asaltos, violaciones y hasta muerte.
Es muy comun ver en los pubs, boliches o subte, carteles pidiendole a la gente tener precaucion en que vuelven tarde a la noche a sus casas.
No hay un lugar perfecto en el mundo, esa es una realidad.
Saludos,
P.
Que bueno! Sos un profeta del libre mercado. Que cada uno arregle precio, y que los peones se maten por un pasajero, no hay mejor solución. Tus jefes peronistas deben estar fascinados con tus ideas.
ResponderEliminar"Que los peones se maten por un pasajero" ¿Qué significa eso?
ResponderEliminarAlgo hay que defender en esta vida.
ResponderEliminarSignifica que vos estás pidiendo que se desrregule un servicio público.
ResponderEliminarLos taxistas viven de manejar sus taxis, y por ello tienen que asegurar un mínimo de rentabilidad. La bajada de bandera garantiza una base de ingreso para los trabajadores y evita la competencia desigual.
Es decir, según tu sistema el pasajero se sube al auto y arregla el precio con el conductor. Si el conductor maneja un auto que es a nafta te va a cobrar más que si maneja un auto que es a gas, por el simple hecho de que él paga sus gastos de lo que gana y tiene que cubrir el combustible. De ese modo los tipos con los autos mejor preparados acapararían más viajes que los otros.
De cualquier manera el tema es que los taxistas están sindicalizados -no compiten entre si, como tampoco lo hacen las líneas de colectivo, ya que brindan un SERVICIO PÚBLICO-, y como cuerpo corporativo que son toman sus propias decisiones en negociaciones directas con el Estado. Por eso todos cobran lo mismo y protestan frente al Concejo Deliberante cuando quieren aumentos en sus tarifas.
No podés eliminar un servicio público para favorecer al libre mercado, bah, si, podés hacerlo si no tenés escrúpulos y te interesa que el pobre permanezca pobre y el rico se haga más rico.
Hola Horacio, el acuerdo entre el taxista y el usuario es una entre muchísimas opciones que pueden existir para pagar el servicio La tarea de buscar el contrato óptimo le corresponde al empresario. Los amantes de las ciencias sociales nos deberíamos concentrar en explicar porque la descición descentralizada de los individuos es mejor o peor que la centralizada de gobierno o monopolios.
ResponderEliminarEl fantasma escritor